sábado, 1 de septiembre de 2012

Sentido común, comúnmente aburrido.


  El ser humano para desenvolverse en sociedad, utiliza constantemente una herramienta muy conocida y también muy aceptada por los demás, esa herramienta es conocida como el sentido común, esa lógica colectiva que a veces puede llegar a ser muy ilógica, pues para alguien que no esta inserto en esa colectividad de pensamiento le resulta más complejo y menos lógico sacar ciertas conclusiones que le ayudarían a sobrellevar una adaptación al medio, pues las creencias de este individuo no concordarían con las de los demás, provocando que el pensamiento colectivo mire con ojos de inaceptación el pensamiento de alguien distinto.

  Normalmente el sentido común va acompañado de campos asociativos y no de campos semánticos, pues este es el detalle del por qué el sentido común es una herramienta que si bien es útil al momento de sobrevivir, no nos ayuda a avanzar como raza humana en muchos aspectos, esto debido a que solemos asociar significantes a significados que creemos están lógicamente bien relacionados, siendo que en verdad solo relacionamos conceptos que por convenio social es conveniente tener conectados. De esta forma el sentido común puede tener nuestros conceptos de las cosas encerrados en especies de burbujas o cajones, para que cuando nos toque encontrarlos podamos conectar rápidamente los pensamientos y sacar una conclusión eficiente y útil.., pero esto nos provoca un grandísimo daño como raza, pues al tener la respuesta más “lógica” cerca de nosotros, no nos atrevemos a ir en busca de más respuestas, más posibilidades, más imaginación, más pensamiento y más preguntas, que son las que le han permitido al humano evolucionar a lo largo del tiempo.

  El sentido común nos ha encerrado en nuestras propias creencias, no consideramos otras y lo que es peor, estas otras son despreciadas y vistas con malos ojos por no pertenecer a la lógica ilógica propuesta por la cultura de una sociedad. De qué manera entonces se pretende progresar si se atacan a los cambios de los paradigmas, si se ataca a la imaginación, al pensamiento individual, a los “ilógicos”, pero a la vez lógicos pensamientos de una mente.

  Liberarse del sentido común sería de esta forma una manera de expresión individual y de cierta libertad, podríamos de a poco ir liberando a la sociedad de sus propias ataduras dogmáticas, permitiendo que poco a poco se forme un nuevo pensamiento, más amplio, sin límites, un pensamiento infinito. Claramente no propongo que esto se logre inmediatamente, sino que hago referencia a que si se fija esto como meta utópica y a la vez meta infinita, pues de esta forma nunca dejaríamos de evolucionar, liberándonos cada vez de una burbuja más, con el fin de poder alcanzar en algún futuro esa anhelada realidad, esas respuestas, que el humano viene buscando desde el principio de los tiempos, pero que no hemos podido conocer ni contemplar por ser nosotros nuestros propios carceleros, los carceleros del pensamiento infinito.